El lavado de pies de Jesús a sus apóstoles, es la mayor muestra de humildad y servicio que podemos encontrar. El trabajo dedicado solo a sirvientes, es hecho por el propio Mesías a sus discípulos, mostrándonos asi que lo más importante es el amor al prójimo desde el servicio y la humildad. Hoy, como comunidad, recordamos este signo. Lavando las manos de los niños, jóvenes y adultos, queremos reflejar nuestro compromiso con el servicio y la fraternidad, movidos siempre por la fé en Cristo.
¡¡¡ Viva Jesús en nuestros corazones!!!
¡¡¡Por Siempre!!!